
Recuerdos
En este último módulo te propongo revisar los recuerdos y objetos con vínculo emocional. Sé que solo de pensarlo es posible que se te ponga el vello de punta. Estos objetos pueden hacernos muy felices o realmente desdichados, así que vamos a ver cómo decidimos con cuáles quedarnos.
Quédate tranquila porque puedes quedarte con todos los que te aporten felicida; eso sí, no te autoengañes y sé crítica a la hora de decidir qué se queda y qué se va.
Normalmente mantenemos estos objetos por dos razones: miedo al futuro o apego al pasado, y se nos olvida vivir el presente, que es lo único que realmente tenemos.
Quiero compartir contigo la frase de Jonathan Moldú: «Las personas fueron creadas para ser amadas y las cosas fueron creadas para ser usadas. La razón por la que el mundo está en caos, es porque las cosas están siendo amadas y las personas están siendo usadas». Recuérdala durante la revisión.
Pasos a seguir:
1. Hoy, más que nunca, revisa los recuerdos tú sola. Te recomiendo que lo hagas sin música y, como siempre, con el móvil en modo avión.
2. Por supuesto, revisa solo tus recuerdos.
3. Haz una foto del antes de todos los lugares donde tengas esos guardados recuerdos.
4. Visualiza en tu mente, con todo lujo de detalles, cómo te gustaría que se vieran estos lugares.
5. Pon tu «para qué» bien a la vista para mantenerte motivada. Te recomiendo que hoy te grabes en vídeo porque tu cara, sobretodo tu mirada y tu boca, te ayudarán mucho a tomar estas difíciles elecciones.
6. Pon todos tus recuerdos juntos.
7. Decide qué se queda y qué se va.
- Objetos que pertenecían a personas que ya no están: pensamos que cuando nos deshacemos de algo que pertenecía a una persona que falleció nos olvidaremos de ella o, incluso, que se enfadaría o entristecería si nos viera dejar ir ese objeto. Guardamos vajillas, cuberterías y mil cosas distintas. Ponte en el lugar de esa persona. ¿Querrías que tu ser querido cargara con esos objetos que no le aportan valor solo porque le recuerdan a ti? Seguramente no. Es muy posible que tengas otros objetos de esa persona que sí te aporten valor, como un pañuelo que puedas usar y llevar contigo. ¿Por qué no guardas solo un plato o un tenedor? Y recuerda que siempre puedes hacer una foto a ese objeto que te inspirará esos recuerdos tan bonitos.
- Fotos: saca todas las fotos que tengas en formato físico (puedes revisar también las digitales o dejarlo para otro momento) y revísalas una a una. Tendemos a guardar muchas fotos de un mismo día o momento, incluso estando desenfocadas o desencuadradas. ¿Podrías reducir algunas de esas fotos y seguir recordando ese día o ese momento? Al reducir la cantidad de fotos podrás disfrutarlas más a menudo y les darás la importancia que se merecen.
- Regalos: a veces nos hacen regalos que en su momento nos gustaban o nos eran útiles pero eso ha cambiado y ya no nos produce felicidad tenerlos. O nos han hecho regalos que nunca nos han gustado pero nos «sabe mal» deshacernos de ellos porque nos parece una falta de respeto. Primero: es muy posible que esa persona ni siquiera recuerde que nos lo regaló. Segundo: si te quiere seguro que no querrá que guardes algo que no te aporta valor ¿no crees?
- Cartas: ¿guardas cartas de personas con las que ya no tienes relación? Si las guardas seguramente sea porque aprecias a esa persona. ¿No sería mejor llamarla y charlar o darle un abrazo y recuperar la relación? Si no estás dispuesta a hacerlo seguramente es porque esa persona ya no es importante para ti y no tiene sentido guardar ese recuerdo.
8. Vuelve a guardar los recuerdos que has decidido quedarte.
- Si son objetos que pueden estar a la vista te animo a que los expongas ya que son importantes para ti y te inspiran felicidad.
- Si son privados y quieres guardarlos solo para ti te animo a que busques alguna caja o baúl que te guste y los guardes allí. Será tu lugar especial.
9. Haz una foto del después. ¿Qué tal el cambio?¿Cómo te sientes?
10. Celebra! Canta, baila, salta…¡lo que te dé la gana! ¡Te lo mereces!
11. Escribe en la libreta como te sientes. Expláyate y plasma tus sentimientos sobre el papel. ¿Te sientes liberada? ¿Te da pena desprenderte de algo?
12. Deshazte los antes posible de los objetos que has desechado. Pon una fecha y cúmplela. ¡Leva el ancla del pasado!