
Recibidor
En este módulo vas a revisar ya la primera estancia que te propongo…¡el recibidor! ¿Por qué el recibidor? Creo que es un buen lugar por donde empezar ya que es lo primero que ves al llegar a casa. Si desde el primer día lo tienes como realmente te gusta, eso te va a ayudar mucho a seguir adelante y a mantener la motivación. Además, no suele ser un lugar donde haya demasiados objetos, por lo que es una buena forma de ir «entrenando».
Puede ser que tengas un recibidor como tal o que la puerta de entrada dé directamente al salón o a la cocina, pero seguro que tienes una pequeña zona que hace las veces de recibidor. Puede ser un perchero, un pequeño mueble o una estantería.
Si tienes papeles (tipo facturas) déjalos aparte porque los revisaremos más adelante. Lo mismo si tienes un zapatero o un zaguán.
Pasos a seguir (no te asustes, que por escrito siempre parece que hay más trabajo):
1. Avisa en casa de que vas a hacer esta tarea y pide que no te molesten. Pon el móvil en modo avión. Este tiempo es para ti. Pon música si te apetece.
2. No dejes que te observen, esto puede cohibirte y hacer que te quedes con cosas que realmente no quieres. ¡Bastante nos cuesta como para que nos lo pongan más difícil! Recuerda ocuparte solo de tus cosas.
3. Haz una foto del antes, tal cual está, no recojas ni limpies nada.
4. Visualiza en tu mente, con todo lujo de detalles, cómo te gustaría que se viera ese espacio.
5. Pon tu «para qué» (el que escribiste en el post-it o en el papel aparte) bien a la vista para no olvidar el motivo por el cual estás haciendo esto.
6. Grábate en vídeo enfocando tu cara. A veces nuestra mente nos juega malas pasadas y nos lo pone muy difícil a la hora de decidir qué se queda y qué se va. Ver nuestra expresión corporal (y sobretodo facial) cuando tenemos ese objeto entre las manos nos ayudará a tomar la mejor decisión. ¡Recuerda que la cara es el espejo del alma! Así que si te ocurre esto con algún objeto, puedes revisar la grabación para ver tu reacción corporal y tomar la mejor decisión.
7. Saca todos los objetos que haya en los muebles, perchero, estanterías…y ponlos juntos.
- Si tienes las chaquetas en un perchero deja solo las que estéis usando actualmente y guarda el resto en su lugar.
- Decide qué se queda y qué se va. Normalmente esto no debería costarte en esta estancia, ya que el recibidor no suele ser un lugar para guardar; aunque dejes ahí todo cuando llegues, sabes que no es su sitio. Así que lo que no pertenezca al recibidor guárdalo e su sitio. Aquí deberías tener las chaquetas, llaves, paraguas, tal vez una bandeja de entrada para las cartas…y poco más.
- Si tienes fotos o decoración pregúntate si ese es el lugar idóneo. ¿Te gusta ese cuadro ahí o lo tienes tan visto que ya ni siquiera reparas en su presencia?¿Tal vez esa foto te gustó en su día pero ya no te dice nada? ¿Necesitas mil llaveros en tu juego de llaves o te molesta que abulten tanto? Cuestiónatelo todo y quédate con lo que realmente te aporta valor. No dejes ni un objeto por revisar. Y sí, también puedes deshacerte de muebles si solo te sirven para acumular.
- Limpia todos los muebles y superficies, se verá todo mucho mejor.
- Coloca los objetos en el mejor lugar posible. Tal vez siempre los has tenido de una forma pero ese método no funcione para ti. ¿Tienes una pequeña cajonera para guardar las llaves pero siempre las dejas tiradas encima del mueble? Tal vez sería más práctico tener un pequeño cuenco dónde dejarlas. O al contrario, tal vez siempre las dejas tiradas porque no tienes un lugar donde guardarlas y eso crea desorden. Encuentra la mejor opción para ti.
- Haz una foto del después. ¿Qué tal el cambio? ¿Cómo te sientes?
- ¡Celebra! Canta, baila, salta…¡lo que te dé la gana! ¡Te lo mereces!
- Cambia la puntuación de la rueda de la casa (mejor colorea con un color distinto para «ver» el cambio). Si no llegas al 10 puedes preguntarte qué es lo que falta para alcanzar la puntuación máxima. ¿Está en tu mano hacer esos cambios? Por ejemplo, si quieres que las paredes sean de otro color puedes pintarlas, pero si quieres que tenga una ventana va a ser complicado (aunque no siempre imposible). Pon una fecha para realizar esos cambios y disfrutar de tu recibidor de 10.
- Escribe en la libreta como te sientes. Expláyate y plasma tus sentimientos sobre el papel. ¿Te sientes liberada? ¿Te ha dado pena desprenderte de algo?
- Deshazte los antes posible de los objetos que no quieres. Puedes venderlos, donarlos, regalarlos o lo que se te ocurra, pero si se quedan mucho tiempo en casa acabarán por no marcharse ¡y eso es justamente lo que no queremos! Marca una fecha máxima para ocuparte de ellos (mejor si es menos de una semana) y cúmplela.