
Libros
En este módulo no voy a pedirte que te ocupes de ninguna estancia, sino de algo muy importante: los libros.
Es muy común que tengamos apego a los libros ¡yo era la primera!, pero cuando no nos aportan valor debemos dejarlos ir. Vamos a ver cómo.
Pasos a seguir:
1. Ya sabes, avisa en casa de que vas a hacer esta tarea, pide que no te molesten y pon el móvil en modo avión. ¿Con o sin música?
2. Recuerda ocuparte solo de tus libros.
3. Haz una foto del antes de todas las zonas de la casa donde tengas libros, tal cual están, no recojas ni limpies nada.
4. Visualiza en tu mente, con todo lujo de detalles, cómo te gustaría que se vieran esos espacios.
5. Pon tu «para qué» bien a la vista para no perder la motivación. Hoy puedes necesitarlo aún más.
6. Grábate en vídeo, ya sabes que tal vez puedas necesitar ver la grabación más tarde.
7. Saca los libros que tengas por toda la casa. ¡No te dejes ni uno!
8. Decide qué se queda y qué se va. ¡Y no te pongas a leer!
- Coge uno por uno cada libro y pregúntate lo siguiente:
- ¿Lo he leído? Si no lo has hecho aún y hace mucho tiempo que lo tienes significa que leer ese libro no es una prioridad para ti. Si lo fuera, ya lo habrías leído. Déjalo ir.
- ¿Lo volveré a leer? Yo he releído algunos de mis libros y si crees que lo harás está bien. Si sabes (porque esto suele saberse) que no lo harás, déjalo marchar. Por mucho que te haya gustado y te haya inspirado, si no vas a volver a abrirlo no deberías conservarlo. ¡Los libros fueron creados para ser leídos!
- ¿Por qué quiero conservarlo? ¿Te gusta tener una gran biblioteca porque así «aparentas» ser una persona inteligente, culta y leída? (no pasa nada, yo, en el fondo, sé que conservé libros en el pasado por ese motivo, aunque no me guste admitirlo). Los libros no son trofeos, no tenemos nada que demostrar.
- ¿Verlo me aporta felicidad? Si es así puedes conservarlo, pero piensa que si no vas a volver a leerlo es una pena ya que podría hacer feliz a otra persona.
- Si es un libro de consulta ¿puedo encontrar en internet esa receta o manualidad? Si es así tal vez no vale la pena conservarlo (a menos que lo consultes a diario). Puedes hacer fotos de las páginas que te interesen y guardarlas en una carpeta en el móvil o el ordenador.
- Piensa que los libros siempre se pueden volver a conseguir, ya sea comprándolos o yendo a la biblioteca. De nuevo ¡no es el fin del mundo!
- Te animo a que pruebes con un ebook. Yo al principio era reacia porque no tiene ese «romanticismo» del papel, pero hace muchos años que lo tengo y estoy realmente encantada.
9. Si tienes más objetos en los estantes o baldas (o dondequiera que tengas los libros) puedes aprovechar para revisarlos. ¿De verdad necesitas ese sujetalibros?
10. Limpia las superficies donde vas a colocarlos.
11. Aprovecha para decidir si quieres cambiarlos de lugar. Si te has deshecho de varios tal vez no necesites esa estantería tan grande, o prefieras otro lugar para disfrutar de la lectura.
12. Haz una foto del después. ¿Qué tal el cambio? ¿Cómo te sientes?
13. ¡Celebra! Canta, baila, salta…¡lo que te dé la gana! ¡Te lo mereces!
14. No hemos puesto los libros en la rueda de la casa, ya que no son una estancia, pero puedes modificar la puntuación de la estancia (o estancias) donde los tengas si lo crees oportuno.
15. Escribe en la libreta como te sientes. Expláyate y plasma tus sentimientos sobre el papel. ¿Te sientes liberada? ¿Te da pena desprenderte de alguno?
16. Deshazte los antes posible de los libros que ya no quieres, Dónalos a bibliotecas, regálalos, véndelos o prueba el bookcrossing, una plataforma para que nuestros libros viajen de unas manos a otras de forma gratuita y altruista.