En este módulo te propongo revisar una estancia que no siempre está separada del resto pero que seguro que tienes en casa: el comedor. 

En el comedor ocurren grandes momentos: compartimos comidas con la familia, cenas con los amigos, sobremesas de charlas y juegos…es un lugar familiar y se merece que lo cuidemos.

Pasos a seguir:

1. Avisa en casa de que vas a hacer esta tarea, pide que no te molesten y pon el móvil en modo avión. Decide si quieres poner música.

2. Haz una foto del antes, tal cual está, no recojas ni limpies nada (haz una foto con los armarios abiertos y otra con los armarios cerrados).

3. Visualiza en tu mente, con todo lujo de detalles, cómo te gustaría que se viera ese espacio.

4. Pon tu «para qué» bien a la vista para mantenerte motivada.

5. Grábate en vídeo, ya sabes que tal vez puedas necesitar ver la grabación más tarde.

6. Saca todos los objetos y ponlos juntos.

7. Decide qué se queda y qué se va.

  • ¿Guardas mantelerías, cuberterías o cristalerías que nunca usas? Si solo las usas en contadas ocasiones tal vez no merece la pena que ocupen tanto lugar. A lo mejor hasta te puedes deshacer de esa vitrina que acumula tanto polvo y liberar un montón de espacio.
  • Si tienes aquí el cajón de sastre revísalo ahora.
  • Si tienes dudas con algún objeto hazte las siguientes preguntas.
    • ¿Lo compraría hoy? Tal cual eres ahora, no hace un año o 6 meses, ¿lo volverías a comprar? ¿Es afín a tu vida actual y a tus valores?
    • ¿Si me hubiera costado 1€ me costaría dejarlo ir? Muchas veces (demasiadas) lo que nos impide deshacernos de algo es el precio que hemos pagado por ello. Pero ese dinero ya está gastado, no lo vas a recuperar. Verlo solo te recuerda que has tirado tu dinero y te hace sentir mal.
  • Cuestiónate si necesitas todo lo que hay en el comedor. ¿Necesitas una mesa para 10 personas? Si vivís 2 en casa y de tanto en tanto os juntáis más personas, tal vez podrías tener una mesa plegable que no ocupe tanto espacio.
  • Que no se te olvide: prácticamente todo lo puedes volver a conseguir, así que si te arrepientes de haberte desprendido de algo siempre podrás encontrarlo de nuevo. ¡No es el fin del mundo!

8. Decide si quieres deshacerte de algún mueble. Los muebles del comedor no suelen cambiarse muy a menudo y, normalmente, los compramos por estética. Pregúntate si se adaptan a tu estilo de vida. ¿Tal vez puedes deshacerte de alguno? ¿Qué tal de la vitrina que he mencionado antes?

9. ¿Te gusta la decoración? ¿Tienes cuadros que ni sabes de dónde han salido? ¿Tienes una alfombra que te encanta bajo la mesa pero siempre se llena de migas? Tal vez puedas buscarle un lugar mejor.

10. Limpia los muebles y superficies, se verá todo mucho mejor.

11. Vuelve a colocar los objetos en su lugar. Revisa la colocación. Nuestras necesidades cambian, así que adapta los espacios a ellas y no al revés.

12. Haz una foto del después. ¿Qué tal el cambio? ¿Cómo te sientes?

13. ¡Celebra! Canta, baila, salta…¡lo que te dé la gana! ¡Te lo mereces!

14. Cambia la puntuación de la rueda de la casa. Si no llegas al 10 puedes preguntarte qué es lo que falta para alcanzar la puntuación máxima. ¿Está en tu mano hacer esos cambios? Pon una fecha para realizar esos cambios y reenamorarte de tu comedor.

15. Escribe en la libreta como te sientes. Expláyate y plasma tus sentimientos sobre el papel. ¿Te sientes liberada? ¿Hay algo que te haya frustrado?

16. Deshazte los antes posible de los objetos que no quieres. Recuerda poner una fecha máxima para deshacerte de ellos y cúmplela.