En las dos últimas semanas mi vida está dando un giro de 180 grados. En menos de un mes tendré una vida muy distinta, mucho más alineada con mis valores y con mi propósito, que me ayudará a cumplir mis sueños y que me dará lo que más ansío: la libertad de vivir la vida que quiero.

Reconectando con lo importante

Aunque el confinamiento apenas me ha afectado en mi vida diaria porque he seguido trabajando, sí que me ha hecho pensar y valorar las cosas de otra forma. Me he replanteado mis prioridades. Tengo a mi familia en otra provincia y llevo 4 meses sin ver a mi madre, a mis hermanas y a mis sobrinas. Siempre lo he llevado bien porque soy muy independiente, pero el no poder hacerlo me está costando mucho.

En el programa de facilitación Hakuna Matata que hice con Marta Heredia, de Pasaporte solidario (te recomiendo muchísimo que lo hagas si tienes oportunidad. Puedes apuntarte aquí), Marta nos preguntó qué haríamos si nos quedara solo un año de vida. Es una pregunta que me he hecho muchas veces pero en la que nunca me paré a pensar profundamente. Yo siempre decía que quería viajar…

Pero ahora mi prioridad es mi familia, estar cerca de ellas, celebrar juntas los cumpleaños, las fiestas importantes, poder salir a merendar con la panda. ¡No veo el momento!. Por supuesto quiero seguir viajando, es algo que me apasiona y que mueve mi mundo, pero quiero estar cerca de ellas todo el tiempo que pueda. Son lo más importante de mi vida y a veces necesitas que pase algo como el Covid-19 o que aparezca Marta con su sabiduría para darle valor a lo que realmente lo tiene.

Así que pensé en qué me gustaría hacer si me quedara un año de vida y estoy dándole forma a mi nueva realidad. Estoy creando la vida que quiero vivir.

Dejando mi trabajo

Trabajo en un laboratorio clínico desde hace 6 años y en su momento me encantaba. Cuando terminé las prácticas y comencé a trabajar fue un sueño. Aunque era suplente disfrutaba mucho e iba al trabajo siempre con una sonrisa. Cada día aprendía algo nuevo. Me sentía muy afortunada ¿Cuánta gente tenía la suerte de trabajar en lo que le gustaba y de lo que había estudiado? Aún siendo suplente nunca me ha faltado el trabajo.

Pero no todo es positivo. Lo que peor llevo son las vacaciones, a veces no puedo disfrutarlas o me las dan cuando “se puede”. ¿por qué tengo que disfrutar de mi tiempo cuando las demás han elegido los días que quieren y yo tengo que quedarme con la migajas? Estoy muy agradecida a la empresa…pero no es la vida que quiero.

Así que la semana pasada dejé el trabajo y di los 15 días de rigor. Aunque me da pena por las personas que dejo allí, ahora me siento libre de hacer lo que me de la gana. Tengo un mundo ante mí y voy a disfrutarlo al máximo. ¡Puedo hacer lo que quiera!

Voy a darle caña a Viviendo sostenible ya que será mi única fuente de ingresos y quiero dedicarle el tiempo que se merece. Es mi proyecto y no quiero que esté en segundo plano, esperando a que llegue a casa desde el trabajo y a que tenga ganas de ponerme a planificar, escribir, formarme… Ahora le voy a dedicar el tiempo que se merece. 

Mudándome a una caravana

Mi hermana se ha comprado una casa con terreno y desde el primer momento me ofreció ponerme una casa, una mobilhome o lo que me diera la gana. Esa era mi primera opción pero… si mi negocio está arrancando ¿cómo me voy a meter en esos gastos? La solución: me he comprado una caravana. Puedo pagarla al contado y no me queda deuda. Viviré en un espacio muy reducido, de unos 8 o 9 metros cuadrados y supondrá un reto pero me hace muchísima ilusión y sé que será un cambio a mejor. ¡Soy una mujer de retos!

Este cambio me permite vivir con muy poco dinero ya que pondré placas solares y aprovecharé el agua de la lluvia (aunque soy consciente de que me tocará comprar agua para llenar el depósito de vez en cuando). Pondré un huerto (el primero en tierra firme ¡sin macetas!) Conseguiré llevar una vida mucho más sostenible. Viviré con poco, con lo que realmente necesito.

Ah, y lo más importante, me permitirá viajar siempre que quiera con la casa a cuestas. ¡Qué suerte tengo!

Alineando mi vida con mis valores

Todos estos cambios cobran sentido al hacerlos juntos y me permitirán vivir la vida que quiero, una vida alineada con mis valores: la sostenibilidad, el minimalismo, la familia y la libertad. 

Todo esta yendo muy rápido ¡es que soy muy impulsiva! Pero no he tomado esta decisión a la ligera. Se ha estado gestando hace tiempo pero en cuánto me he puesto las pilas ha ocurrido todo en una semana. ¡Increíble! Es lo que he querido desde que era pequeña. No sabía cuándo ni cómo lo conseguiría y ahora se está haciendo realidad ¡y no puedo ser más feliz!

Tengo mucho que agradecer a la Escuela Nómada Digital. Ha sido gracias a la escuela que he encontrado mi propósito, he creado mi proyecto y me he aventurado a vivir la vida de mis sueños. Por cierto, si a ti también te gustaría reinventarte profesionalmente, encontrar tu propósito y vivir una vida acorde a tus valores, mañana comienza el Training Gratuito de la END. No pierdes nada por apuntarte y estoy segura de que ganarás mucho. Puedes apuntarte al training aquí.

Las cosas pasan (o no pasan) por algo

Es algo que he creído siempre y la vida no hace más que demostrármelo. 

Si me hubieran hecho fija en el laboratorio posiblemente me hubiera conformado con una vida “como la de todo el mundo” y no hubiera entrado a formar parte de la Escuela Nómada Digital, dejando de lado mis sueños (o adaptándolos a mi horario laboral) y desconociendo mi propósito, tal vez para siempre.

Si hubiera vivido en un piso más grande seguramente no habría descubierto el minimalismo, una filosofía de vida que me ha cambiado por completo (puedes leer sobre mi relación con el minimalismo en este post). Gracias a él soy consciente de lo poco que necesito y puedo vivir en un lugar tan pequeño como una caravana, lo que me permite vivir mi sueño y cumplir mi propósito. ¡Es que todo está conectado!

Así que si a veces crees que tienes “mala suerte” y que la vida es injusta… piensa que seguramente hay algo mucho mejor por venir. ¡Pero debes tomar acción! No te quedes mirando como se te escapa la vida, por favor.

Para terminar quiero que sepas que voy a ir subiendo a Instagram todas las peripecias del traslado, la colocación de la caravana, la adaptación ella… en fin, todo el proceso. Así que si no quieres perderte nada puede seguirme aquí.

Muchas gracias por estar ahí y acompañarme en este proceso.

Te mando un abrazo,

Laia